Quizá no puedas armar silencio con palabras, pero he aquí luz hecha de sombras. No es como las ojeras alrededor de sus iris azules. No es como la sed que me asegura que cuando la haya saciado, el mundo entero dejará de ser un lugar tan árido. No es la noche sobre esa sierra hace dos semanas que, habiendo echado la luna, nos mostró desde un cielo muerto y turbio la Pequeña Nube de Magallanes. (Una de las únicas dos galaxias ajenas visibles desde la tierra, ¿viste?) Tampoco es la mugre escurriéndose por el desagüe, ni la cara detrás de la máscara, las cenizas ante el fuego. Ni las sombras estampadas en la calle alrededor del farol en la lluvia.
Hay multitudes y trato de contarles todo. Aunque me presten atención, pocos entienden inglés y menos castellano. Mi novia traduce a turco.
[Escrito con unas palabras de Alejandra Pizarnik]